La Ciudad de Buenos Aires al igual que otras grandes ciudades del mundo inició hace algunos años una reestructuración del sistema de transporte y movilidad para los ciudadanos mediante la generación de ciclovías, el reordenamiento del transporte público y la recuperación de espacios pertenecientes a infraestructuras en desuso.

Es de este modo que la configuración, apropiación y uso del espacio público por parte de los habitantes está en plena transformación en la Ciudad de Buenos Aires. El espacio público no es mas habitado como sucesión de lugares estancos sino como un contínuo espacial en franca expansión e interconexión.

El antiguo tanque de provisión de agua para el ferrocarril se encuentra ubicado sobre la punta sureste del Parque Thays -hoy reutilizado como espacio de exposiciones de arquitectura y diseño- y forma parte de las infraestructuras programáticas sobre el continuo espacio público materializado por ciclovías y el borde de los terrenos ferroviarios.

La nueva ampliación del Museo de Arquitectura -concebido no ya como único espacio de exposición sino de esparcimiento y ocio ciudadano- asume las preexistencias y reconoce su potencial no desde la intangibilidad y conservación historicista sino mediante la contribución al natural proceso de transformación de las infraestructuras de la ciudad y a la conformación de un nuevo paisaje urbano.

Las especies preexistentes se conservan y definen la implantación del edificio que proporciona una explanada de acceso público sobre el borde de la avenida y otra de acceso de servicios y estacionamientos sobre el borde este del parque.

El pabellón de ampliación del museo se concibe como expansión natural de la planta baja de la torre y como área de intersección con el parque existente, aumenta la superficie de exposición al tiempo que reconecta los niveles restantes de la torre mediante la reubicación de un núcleo definitivo que media entre las nuevas áreas y la propia torre, en reemplazo del preexistente.

El Museo se reconvierte en nueva infraestructura programática ahora en estrecha vinculación con el parque circundante y el continuo espacio público.

Un conjunto de cerramientos revestidos en chapa de aluminio microacanalada establece las relaciones de proximidad con el parque al tiempo que proporcionan variabilidad en su apariencia y reacción para con el paisaje que conforman y proporcionan en el interior las superficies de soporte necesarias para las exposiciones.

Una serie de lucarnas -de iluminacion y oscurecimiento controladas- dispuestas en tresbolillo y ubicadas sobre la cubierta liviana, dan al interior del museo la iluminación necesaria y generan condiciones de exterioridad a las nuevas áreas del nivel cero.

El último nivel de la torre adquiere -mediante un sistema de carpinterias de revestimiento del propio tanque y operaciones de vanos en sus muros- la doble condición de area de exposiciones y observatorio de la ciudad en sus cuatro direcciones.

Proyecto:

Fedrico Marino, arq.

Colaborador:

Sebastian Cipolloni, arq.

Asesores:

Ing. Stescovich (estructuras).

Ing. Gonzalez (paisajismo).

Sra. Amalia Favrin (normativa).