La nueva sede del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA) se localiza en un tejido urbano en transformación, una zona central de la Ciudad de La Plata con construcciones que promueven la densificación del área en terrenos entre medianeras, a los efectos de maximizar la rentabilidad del suelo.
El paisaje urbano se mixtura con viviendas de uno o dos niveles, en algunos casos retiradas de la línea oficial, y por edificios de hasta diez niveles, generando un paisaje vertical de medianeras expuestas y vinculaciones con el nivel cero, en muchos casos negadas hacia el espacio público, escindiendo tales edificaciones del continuo urbano.
La especificidad del paisaje se caracteriza por la alteración de alturas de las edificaciones, producto de la mencionada transformación, y por los avances y retiros de las mismas respecto del espacio urbano, configurando límites discontinuos marcados entre los mismos, al tiempo que promueven inconexiones no deseadas con el funcionamiento de la ciudad.

La nueva sede, mediante su posicionamiento y ocupación del suelo, intenta revertir desde su predio tal situación.
No se busca generar en la cota cero una planta baja que promueva la pura visibilidad, sino de ocupar el suelo con programas que activen el nivel de acceso y contribuyan a la construcción de espacios de socialización para los visitantes no solo del propio colegio de arquitectos, sino para público en general.
Es de este modo que el interior del predio se exterioriza para alojar espacios de hall, foyer, cafetería y exposiciones, permitiendo la apertura del colegio a todo el barrio.
La asignación de ocupación de suelo hacia la planta baja y por ende al resto de los niveles del edificio, responde a la necesidad de generar por un lado los mencionados programas en cota cero y por otro la concepción de niveles de dimensiones apropiadas para espacios de trabajos próximos al exterior, promoviendo ventilaciones cruzadas, iluminación natural y vistas hacia la ciudad.
Tal concepción persigue asignarle condición de domesticidad a la habitabilidad de los espacios, en lugar de concebir monumentalidad espacial y/o mayor cantidad de metros cuadrados de menor calidad.

Programa / Estructura / Cerramientos

La distribución programática estructura y define el edificio al tiempo que la configuración estructural posibilita el intercambio de funciones.
Sobre un sistema estructural y de cerramientos que configuran los espacios del edificio es que los propios programas se desarrollan en altura, adquiriendo las dimensiones y ubicaciones necesarias para cada cual.

El programa y la estructura asumen las condicionantes del terreno y del sitio urbano haciendo uso intensivo y extensivo del terreno.
La planta baja promueve mediante el sistema de patios los espacios necesarios de expansión para las actividades sociales que vinculan al colegio con el barrio.  Hall, foyer, espacio de exposiciones y cafetería representan las actividades a desarrollarse sobre la cota cero en franco acceso desde el espacio público semicubierto.
El resto de las actividades y asignaciones de funciones se apilan en igualdad de condiciones y de acuerdo al tipo de programa respecto de la altura del edificio y vinculaciones entre ellos.
Es de este modo que el auditorio sobre la planta baja toma una dimensión de altura superior al resto de las plantas tipo, estableciendo una relación de visibilidad e interacción con el barrio. Por otra parte una sucesión de niveles albergan las oficinas, para por ultimo en los dos niveles restantes ubicarse los dormis y comedor / terraza, propiciando el uso de la cubierta jardín y las visuales de la ciudad desde lo alto.

El sistema estructural está compuesto por losas nervuradas de hormigón armado con las cuales se obtienen las luces necesarias para cubrir los espacios requeridos, otorgar intercambio de funciones, obtener los espacios necesarios para los sistemas complementarios de acondicionamiento (sistema de volumen de refrigeración variable de baja silueta entre nervios de losas) y la consecuente reducción de la altura del elemento estructural horizontal.

Los cerramientos continuos de dobles cristales se complementan con un sistema de plataformas de perfilería metálica galvanizada, de libre escurrimiento, y cortinados exteriores metálicos móviles, que cumplen una triple función. En primer lugar proporcionar espacio para el mantenimiento de las ventanas, en segundo lugar promover el enfriamiento de la fachada y por último proporcionar un espacio de expansión acotado y acorde a la instalación de especies vegetales que promuevan el confort y contribuyan a generar un paisaje interior de condiciones domesticas. 

Proyecto: Federico Marino, arq.
Imágenes: Matias Llere, arq.
Estructura: Stescovich, ing.