Nota Revista 2EN1

Estas seis obras resuelven edificios con programas públicos, y como es lógico, lo hacen con una serie de recursos absolutamente limitados pero no por ello menos valiosos.

Estas obras nos interesan por lo que representan en cada una de sus ciudades, pero también por la justeza de sus procedimientos. Están concebidas con la menor cantidad de recursos, no solo porque no les sobran sino además, porque confían en eso como condición para una mejor arquitectura. El detalle es una resolución directa, simple y pragmática de la resolución formal de la obra. Todas ellas se presentan en la necesidad de construir obras de bajo mantenimiento y en la convicción de que la arquitectura es un arte de base técnica.

Podemos pensar, que el lugar pone condiciones a su arquitectura, y no es nuestra intención pensar en aquella idea naif, de que el lugar sea la interpretación de lo que tenemos al lado, no es el paisaje. El lugar en estas obras esta en aquello que no se ve a primera vista, son todos esos tironeos que sufrimos desde el proyecto a la ejecución.

Son los intereses del mercado, la rapidez de las exigencias, la mano de obra disponible, el tiempo que disponemos, etc. porque la Patagonia muchas veces es entendida como paisaje pero sabemos que además debe ser entendida desde esta perspectiva.

No tiene nada de malo asumir que en nuestras obras (Las Patagónicas), la mayoría de las veces, es el dinero el que decide, el material del lugar, muchas veces debe ser el más barato, o aquel cuya ejecución garantiza cualquier albañil.

Tampoco tiene nada de malo pensar que estas obras están más cerca del oficio que del arte, porque saben que para alcanzar el segundo solo es posible a través del primero.

Estas obras no entienden de conceptos abstractos, ni de grandes ideas conceptuales, confían en el arte de la construcción, son arquitectura en el sentido más genuino.

 

Editorial Revista 2EN1, edición nro. 4. Octubre 2013.

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