Centro Cultural Costanera Sur

El Centro Cultural constituye parte del programa de reurbanización e integración del antiguo Barrio Rodrigo Bueno, lindero a la Reserva Ecológica Costanera Sur y a la Ex- Ciudad Deportiva de Boca Juniors, con el resto de la Ciudad de Buenos Aires.
La nueva infraestructura cultural multipropósito busca albergar, en sus dos niveles y terraza accesible, las condiciones necesarias para convertirse en equipamiento de proyección barrial y metropolitana.
La concepción de sus espacios persigue los objetivos de; encuentro, socialización, capacitación, e inclusión no sólo de los habitantes del barrio, sino de todos los visitantes y usuarios, con el fin último de equilibrar las oportunidades de desarrollo entre ciudadanos.
 
Implantación Urbana
El nuevo Centro Cultural se posiciona en relación a las condicionantes y preexistencias del sitio, alineando sus bordes norte y sur con los frentes de los nuevos edificios de viviendas y los espacios de gastronomía y viveros linderos.
Esta estrategia de implantación persigue construir un continuo urbano con los espacios exteriores desde el sector de viveros y gastronomía,  ubicados sobre el lado oeste, y consolidar el espacio público, a modo de finalización respecto de los edificios a construirse destinados a viviendas, hacia el lado este.
La ocupación del suelo genera claramente dos espacios, hacia el norte el patio de expansión del salón de usos múltiples y cocina, y hacia el sur la expansión de las áreas de exposiciones y venta de artesanías, en relación directa con la plaza principal del conjunto urbano.
 
Programa
El programa se estructura de acuerdo a los usos y ocupación del suelo, generando dos niveles de apropiación y una terraza accesible. Los programas públicos se ubican en relación directa con las áreas exteriores y en el nivel cero.
La configuración de los espacios del salón multipropósito, espacio de exposiciones, cafetería y cocina, posibilita la complementariedad e interrelación de usos, mediante la activación de sus cerramientos, promoviendo la visibilidad de las actividades desde el exterior del centro cultural y activando el paisaje circundante.
Sobre el primer nivel se alojan los programas de uso más específico y de relativo aislamiento respecto del resto del edificio, mediando entre el nivel cero y la propia terraza del centro cultural.
Las aulas-talleres-estudios y la biblioteca y patio de expansión, proporcionan espacios intercambiables de uso, al tiempo que sus recorridos brindan visuales directas del paisaje reserva-ciudad-río.
En la cubierta del edificio se concibe una plaza-mirador con un sector de huertas urbanas de uso propio y un espacio multipropósito, con el objetivo de recuperar el valor del cielo mediante sus vistas y también promover la compensación de utilización de suelo, respecto del lugar que ocupa el centro cultural.
En definitiva un espacio de encuentro público y colectivo, abierto e indeterminado, que genera las condiciones necesarias para que múltiples actividades sucedan, como contemplación, actividades de gimnasia, esparcimiento, y proyecciones al aire libre, entre otras, y el reconocimiento de pertenencia al lugar desde el propio centro, desde su nivel más alto.


Estructura
La materialización estructural se logra con un sistema industrializado de rápida ejecución y bajo mantenimiento de columnas metálicas rellenas de hormigón y losetas premoldeadas de hormigón armado.
Un sistema de vigas metálicas de perfiles normalizados es utilizado para la totalidad de los espacios a excepción del recinto de usos múltiples, que es cubierto con un sistema de cerchas metálicas de perfiles normalizados y losetas de hormigón armado al igual que en el resto del edificio.
 
Cerramientos
Sobre la cota cero se implementan una serie de sistemas de cerramientos  que buscan vincular y relacionar los diversos usos, dependiendo de las necesidades y requerimientos de apropiación de los espacios, mediante su accionamiento.
Carpinterías de aluminio con doble vidrio hermético corredizas y sistemas de oscurecimiento plegables de postigones de enchapados de madera, son provistos en el salón de usos múltiples procurando vincular con el exterior las actividades del interior del recinto.
Las aulas y talleres del primer nivel, como así también el salón de usos múltiples, y biblioteca, poseen un sistema de cortinados metálicos exteriores con un 40 % de apertura en su configuración, que busca generar el confort necesario, la reducción de la incidencia solar sobre los cristales, evitar la distracción de los usuarios y promover cierta visibilidad de las actividades hacia el exterior del edificio. Los cortinados metálicos corren sobre guías superiores e inferiores y posibilitan la apertura en cada aula brindando la posibilidad de configurar el cerramiento dependiendo de la variabilidad de los usos intercambiables.


Concurso Nacional de Anteproyectos 1era. Mención
Imágenes: Matias Llere, arq.

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